Lo mejor de 2019 | Sharon van Etten: un trago y mucho que contar después del exilio
Remind me tomorrow, el regreso del exilio musical de la cantante, exhibe un aire renovado con pinceladas electrónicas que consiguen hoy su ascenso a lo mejor del 2019
MANUEL LÓPEZ
A principios de año, Sharon Van Etten volvía de un exilio musical de más de un lustro con Remind me tomorrow, un álbum potente, elegante, por momentos oscuro y soberbio en general. Con el curso llegando a su fin, Remind me tomorrow se perfila hoy como una de las grandes obras de 2019 y que llegó cinco años después desde su interesante último trabajo Are We There. Un tiempo en el que pasó de todo: estuvo desaparecida en el terreno musical, fue madre, empezó a estudiar la carrera de Psicología, participó en la serie de Netflix The OA (sorpresivamente cancelada) o en el remake de Twin Peaks e hizo sus pinitos en lo que ahora se llama Stand Up Comedy, los monólogos humorísticos de toda la vida.
En Remind Me Tomorrow, Sharon Van Etten ha querido plasmar esas experiencias y reflexionar sobre esas otras vidas que, a sus 37 años, parece haber vivido. Este disco supone un giro en el sonido de Sharon, compuesto principalmente con Omnichord y teclados y dejando de lado la guitarra desnuda a la que nos tenía acostumbrados. Este cambio de registro hacia algo más oscuro, pero también más solemne y trascendente concede mayor protagonismo a una banda que, por otra parte funciona mejor que bien en directo. Unos bajos potentes y la densidad de los teclados y sintetizadores elevan el tono de las composiciones y arropan la voz de la propia Sharon, que parece estar mejor que nunca.
El disco arranca con ‘I Told You Everything’ que sirve como perfecto prólogo a todo el disco “Sentada en el bar, te lo conté todo/ tu dijiste, “ostia puta, casi mueres”. De corte intimista, con unos arreglos mínimos, casi inexistentes pero meticulosamente elegidos que van vistiendo la composición a voz y piano.
‘Comeback Kid’ ‘Jupiter 4’ y ‘Seventeen’, componen la parte central del disco, un trío con los dos singles más claros del álbum, (la primera de ellas fue elegida como adelanto del disco), y la joya oculta encerrada entre ambos. ‘Jupiter 4’ es una canción de amor dedicada tanto a su pareja como al hijo que ambos acaban de tener, densa, oscura y trascendente, en directo suena arrolladora pero contenida y normalmente suele abrir los conciertos. ‘Seventeen’ es una carta en el tiempo a la Sharon de 17 años para que no se desanime y siga adelante, para que no se deje vencer por las circunstancias ya que va a acabar consiguiendo aquello por lo que está luchando.
Ya en el tramo final encontramos ‘Hands’, la canción más rockera de todo el disco y ‘Stay’, esta sí, compuesta a guitarra. Una preciosa canción de amor que en realidad es una conversación con su hijo nonato en la que le pide que la guíe, que se quede con ella y no la deje ir por el mal camino, el cierre perfecto.
Han sido cinco largos años, un lustro de silencio musical roto con este Remind Me Tomorrow, con el que Sharon Van Etten te invita a sentarte con ella, compartir un trago y contártelo todo. Un álbum redondo.