Sonorama Ribera, así fueron sus comienzos hace 25 años
El festival que ha convertido Aranda de Duero en la capital de la música nacional del momento cumple su 25 aniversario
Lejos quedan los inicios “taurinos” en la ya desaparecida plaza de toros de Aranda de Duero.
Mucho ha llovido y mucho ha conseguido evolucionar ese pequeño proyecto que surgió como
modesto festival allá por 1998. Con tres grandes titulares en cartel, Doctor Explosión, Chucho y Mercromina (que precisamente en este aniversario repiten), apenas acudieron a la plaza unas 200 personas, ni siquiera suficiente para cubrir gastos.
Sin apenas ayudas y para seguir adelante, la alternativa antes de darse por vencidos fue la
creación de la asociación cultural Art de Troya, implicada no solo en el festival, sino también en
la lucha por reavivar espacios culturales perdidos en Aranda con el paso del tiempo. Nadie esperaba que, con ese desastroso estreno, en cuanto a número de asistentes, Sonorama reinara pasadas las décadas en el podio de los festivales en España.
«Abrimos las puertas para 200 personas y no entraba nadie.Tuvimos que salir a pedir a la gente que entrara» (Javi habla del primer Sonorama)
— Sonorama Ribera (@sonoramaribera) July 21, 2017
Premios aparte, que también los tiene, el secreto del éxito es sin duda haber llegado a hacer partícipe a
gente de todas las edades. Solo hay que fijarse en el cartel variadísimo de este año o en las
actividades que también se realizan para los niños en Sonorama Baby.
Ya seas boomer, millennial o Z, nadie queda fuera de esta fiesta
A diferencia de otros festivales mucho más masivos y despersonalizados, en Sonorama destaca la implicación y acogida por parte de todo el pueblo. Habitantes y forasteros se hermanan año tras año y nada más pisar Aranda, todo el mundo se siente uno más y es algo que de verdad se llega a percibir en el ambiente durante todos los días que dura el festival. Estás en casa y has venido a bailar.
Sonorama ha supuesto un impulso importantísimo para el pueblo, no solo situándolo
en el mapa mundial sino animando los ingresos para los negocios locales de todo tipo, desde
bares, restaurantes a hoteles y tiendas. En consonancia con esta apuesta por la oferta local, en 2009 Sonorama se ganó su ilustre apellido, Ribera, al unirse con la denominación de origen del vino Ribera del Duero como patrocinador oficial. Qué mejor que un buen vino para aderezar un festival que lo lleva en el ADN.
Aunque muchos lo reconocen como festival principalmente nacional, con los años Sonorama
también fue expandiendo fronteras allende la península. Bandas que no siempre eran frecuentes por aquí, pasaron por tierras burgalesas. Tal fue el caso de Mogwai, Nada Surf, James, The pains of being pure at heart, Rinôçérôse, The Raveonettes o Morcheeba.
Con muchos artistas internacionales
Sonada fue la actuación en 2018 de Liam Gallagher, como siempre rodeado de polémica. En esta ocasión, con el público entregadísimo y ya calentando para comenzar a entonar Wonderwall, Liam entró en una especie pánico escénico. Ni letra, ni ritmo, ni sincronía con sus músicos, todo iba de mal en peor. No contento con ello, en su línea, su manera de enmendarlo fue discutir e increpar al público. Menos mal que quienes van a ver al de Manchester ya saben cómo se las gasta. Un recuerdo grabado para la posteridad en la historia “sonoramer”.
De vuelta al entorno nacional, conocida es la leyenda del escenario de la Plaza del Trigo, corazón y sello de este evento. Se dice que artista desconocido que sube, baja convertido en estrella. ¿Os suenan por ejemplo unos tal Vetusta Morla? Pues también pasaron por el escenario talismán. En la memoria están por ejemplo los conciertos de Izal, que realizaron el videoclip para ‘Qué bien’ con las imágenes de su actuación en esta plaza o el que dio Xoel Lopez con motivo de su cumpleaños, sumando momentos indelebles en el recuerdo de los que tuvieron la suerte de presenciarlo.
Superando una pandemia y renaciendo de las cenizas
En la actualidad, Sonorama se ha consolidado como uno de los reyes del verano, suponiendo un plan perfecto para el puente de Agosto y para huir de las altas temperaturas de las urbes. Superado ya el bache de la pandemia, que dejó en stand by por un año la celebración del festival, con un incendio de por medio que arrasó con gran parte del material más sonado del festival, y tras una edición un tanto diferente en 2021, este 2022 promete una vuelta inolvidable.
Se dice adiós a las sillas y los bailes con los brazos, las mascarillas y todas las restricciones covid que el año pasado hicieron la experiencia diferente. A pesar de estas limitaciones, también supuso otro éxito en cuanto a número de asistentes, con un cartel puramente nacional de elevadísima calidad.
Para esta convocatoria, se han vendido más de 25.000 abonos por lo que se augura mucha diversión y alguna sorpresa especial conmemorando el aniversario, tal como el concierto especial por sus 25 años. Lo que es seguro es que será otro año de una organización impecable y disfrute a todas horas, dentro y fuera del recinto. Alcemos nuestras copas de Ribera, brindemos por una larga vida al Sonorama.