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FAR FROM SAINTS: MUERTE Y RESURRECCIÓN DE KELLY JONES

EL CANTANTE DE STEREOPHONICS SE UNE A LOS MIEMBROS DE THE WIND + THE WAVE EN UN NUEVO PROYECTO CON SABOR AMERICANA

 

ANDRÉS ESTEBAN GONZÁLEZ

Una muerte y renacimiento, lo que era ya no existe, a la versión de ti que conocí le han crecido alas de mariposa y ha echado a volar”. Comenzar un disco así es comenzar con una declaración de intenciones, especialmente si esas palabras describen la trayectoria vital de quien las canta. Kelly Jones, líder de los galeses Stereophonics, experimentó en 2019 una muerte y resurrección simbólicas tras un problema médico. Ahora emprende el vuelo con su nueva banda: Far From Saints.

A principios de ese año Jones entró en quirófano para extirpar un pólipo en sus cuerdas vocales que amenazaba su carrera. Tras el éxito de la operación, el cantante comenzó un proceso de rehabilitación de tres meses, en el que pasó de no poder hablar durante varios días a recobrar toda su capacidad vocal. Una vez recuperado, el cantante decidió relanzar su carrera y explorar diferentes posibilidades musicales. En verano comenzó la primera parte de una gira en solitario en la que contó como artista invitado con el grupo de Austin The Wind + The Wave. Esta banda, formada en la ciudad tejana por el guitarrista y productor musical Dwight Baker y la cantante y letrista Patty Lynn, ya había teloneado a Stereophonics en 2013. Jones, admirador de la voz de Lynn, contó con ellos una vez más, y ese verano el trío comenzó a versionar ‘Stop Draggin’ My Heart Around’, la canción que unió a Tom Petty y Stevie Nicks en 1981 para el álbum debut de la cantante de Fleetwood Mac. Esta relación musical germinó a lo largo de la gira, compartiendo riffs de guitarra y letras co-escritas por Jones y Lynn en habitaciones de hotel, camerinos y pruebas de sonido. La conexión fue tan profunda que antes de que acabara el año tenían listo su primer disco, grabado en apenas nueve días. Retrasado por la pandemia de 2020 y los compromisos de los músicos con sus respectivas bandas, presentan ahora ese trabajo: Far From Saints (Ignition Records, 2023).

El estilo de la banda, influenciado pero claramente diferenciado tanto del indie folk de The Wind + The Wave como del rock alternativo de Stereophonics, combina toda la gama de sonidos asociados a la música de raíces norteamericana acercándose a ellos desde una sensibilidad pop contemporánea. Con la referencia obvia a Fleetwood Mac en mente, el trío destila diez canciones que se mueven entre el pop, el rock, la americana, el folk y el country.

El disco comienza hablando de muerte y resurrección en ‘Screaming Hallelujah’, de un lirismo folk pop cercano a propuestas como Mumford & Sons. Es evidente ya desde este primer tema que la efectividad de la banda se construye en gran parte en torno al juego de voces entre Jones y Lynn, ya sea armonizando o dialogando. Este recurso propio del dueto aparece en otros temas como ‘No Fool Like an Old Fool’ o en ‘Let’s Turn This Back Around’, balada de americana pop en la que abordan las dificultades de la vida en la carretera y su impacto en las relaciones de los músicos. La voz femenina, en un buen ejemplo de la honestidad brutal que caracterizan las letras de Lynn, se lamenta: “tengo que hacer esto y pensé que lo sabías, supongo que no es lo que pensaste que sería”; la masculina contesta: “hablas de aciertos y errores cuando todo lo que haces es cantar tus canciones”. En otros temas la dos voces comparten el punto de vista, como en ‘Faded Black Tattoo’. Una vez más, la letra no hace ninguna concesión, incluso se permite contradecir a John Lennon: “a veces el amor no es todo lo que necesitas, no es lo que pensabas que era. A veces el amor no es lo que parecía, no compensa el daño que hace”. En ‘The Ride’ pisan el acelerador con un ojo puesto en Blackberry Smoke y facturan un contundente rock de acento sureño y pontifican: “es una vida terrible pero un viaje increíble”. También encontramos poso rockero en ‘Take It Through the Night’, el intento de la banda de acercarse a referentes como Eagles o The Allman Brothers Band, aunque siempre con la sensibilidad contemporánea que puede convencer a seguidores de Brandi Carlile o incluso KT Tunstall.

Toda esta conjunción de referencias y sonidos, lejos de resultar dispersa, queda bien atada gracias a la habilidad del trío para crear melodías sugerentes y a su dilatada experiencia tanto artística como técnica. El resultado es un disco para escuchar de principio a fin, de canciones que acompañan en momentos de transición, de volver a empezar. Far From Saints saben que el que vuelve nunca es exactamente el que se fue.