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Evie Sands, la eterna aspirante al éxito

Venerada entre los seguidores del movimiento Northern Soul, Sands siempre estuvo al borde del éxito, pero nunca acabó cayendo en él

 

RAQUEL ELICES

“Tiene polvo de estrellas en sus ojos, campanas plateadas en su voz y viendo como toca la guitarra, uno pensaría que tiene electricidad en sus dedos”. Esas fueron las palabras con las que en 1969 Johnny Cash presentó a Evie Sands (Brooklyn, 1946) en su programa de televisión The Johnny Cash Show’. La artista neoyorkina acudió para presentar su álbum de debut: Any Way That You Want Me.

Cuatro años antes, Sands había desplegado sus armas: una voz profunda nutrida por el soul de vieja escuela, un dominio deslumbrante de la guitarra y unos penetrantes ojos azules. Lo tenía todo para brillar en el mundo de la música; solo necesitaba una melodía asesina y la producción adecuada. Y lo consiguió, en 1965, con la canción ‘Take Me For A Little While’, escrita por Trade Martin y producida por Chip Taylor (Willie Nelson, Linda Ronstadt, Janis Joplin) y Al Gorgoni (Joan Baez ,Bob Dylan).

 

 

La canción era pura esencia del Brill Building neoyorquino: un tema de amor dirigido a jóvenes enfervorecidos que poseía todos los ingredientes para copar las ondas de radio. Eso mismo debió de pensar un astuto promotor al recibir la maqueta de aquel single. El hombre trabajaba para el sello discográfico Chess Records y tenía la suficiente falta de escrúpulos como para apropiarse del tema de una joven artista a la que no conocía nadie. Sin saber quienes eran los productores que estaban detrás, Chess Records, entusiasmado con el hit, lo puso en voz de la ya popular Jackie Ross.

 

 

En la nueva voz de Jackie, la canción batió récords en solo una semana. Todas las revistas hablaban de aquel éxito, entre ellas la histórica Billboard, de la que casualmente era suscriptora Evie Sands. “Destinada a ser la número uno”. Ese era el titular que encabezaba el articulo sobre ‘Take Me For A Little While’. No se esforzaron ni en cambiar el nombre, tampoco la letra, ni la melodía. Era la misma canción.

Litigios de por medio, no tardaron en eliminar el tema de la parrilla de las emisoras. Pero para entonces, la canción había alcanzado lo más alto de las listas musicales y con su retirada, muchas radios perdieron el dinero de los derechos de emisión. En su mayoría eran cadenas de tirada nacional que, tras lo sucedido, optaron por no emitir tampoco la canción original de Sands. ‘Take Me For A Little While’ se quedó vagando en la radiodifusión local.

También siguió vagando la mala fortuna sobre música. A los pocos meses Gorgoni y Taylor lanzaron con Sands un nuevo single, ‘I Can Not Let Go’. Pero gran parte de las emisoras continuaron con aquel sádico veto. La artista neoyorkina no solo volvió a ver como su canción era pasada por alto, también asistió atónita al éxito que la canción adquirió, meses más tarde, en voz de la banda británica The Hollies. Tiempo después Chip Taylor compondría para Sands, ‘Angel of the Morning’, pero antes de que su voz se apropiara de aquel tema, la cantante Merilee Rush se hizó con él, convirtiéndolo en todo un himno de los años 70.

Los éxitos perdidos sirvieron a Sands como una señal para llegar a otros rincones del mundo de la música. Durante los años posteriores empezó a componer para grandes nombres como Barbra Streisand o Dusty Springfield y trabajó para Hollywood. También ejerció como productora, entre otras, de Holly Near, para quien produjo el álbum Speed of Light (Redwood Records, 1982).

Con la chispa de la música aún en las venas, tres décadas después de su debut, Evie Sands vuelve a los estudios y publica Women in Prision (Train Wreck Records 1999). Repite con dos nombres conocidos, Al Gorgoni y Chip Taylor, con quienes escribe tres temas, entre ellos ‘Cold Blues Story’, que interpreta junto a Lucinda Williams.

 

 

A Evie Sands no le volvieron a robar ningún éxito. No los tuvo y tampoco quiso buscarlos. “El mito persistente y quiero disiparlo, no soy la artista más desafortunada del mundo. No es nada divertido, y es falso ”, confesaba Sands desde su casa en Los Ángeles en una entrevista ofrecida a finales del año pasado. Dice que para ella la fortuna ha sido seguir jugando, seguir viva en el mundo de la música. Y aunque muchos desconozcan su historia, lo cierto es que jamás ha dejado de componer y lleva recorridos ya más de 50 años de carrera musical.

Para los nostálgicos, queda la búsqueda del pasado. En Reino Unido, desde finales de los 60, su nombre empezó a circular entre los seguidores del movimiento Northern Soul, una corriente que guardaba pleitesía a los singles más oscuros y bailables del soul negro que se grababa en pequeños sellos locales a lo largo de Estados Unidos y del que se alimentaría gran parte de la escena mod británica. De hecho, es allí donde el cancionero de Evie Sands no ha caído en el olvido. Nombres como el de los escoceses Belle & Sebastian la nombran entre sus influencias, llegando a colaborar juntos en el disco Queen of Diamond que Sands lanzó junto a Billy Vera en 2014. En las tiendas de discos británicas, sus primeros vinilos se buscan como tesoros escondidos. Ojalá ocurriera lo mismo con sus últimos trabajos, como Shine For Me, publicado en 2017 y en el que Sands ha demostrado que aún posee esa voz líquida tan característica con la que logra envolver sus melodías con una asombrosa sinceridad. Más allá de amenazar con convertirse en clásico, si destapas su historia aún puedes ver el polvo de estrellas en sus ojos.